Trabajar en un país extranjero puede ser un desafío verdaderamente fascinante que puede enriquecer tanto personal como profesionalmente, pero al mismo tiempo mudarse a un país extranjero y encontrarse inmerso en un entorno completamente nuevo y una cultura diferente a la que estás acostumbrado es nunca es una elección fácil. Como todo, vivir y trabajar en el extranjero tiene sus pros y sus contras.
Pros y contras de vivir y trabajar en el extranjero – ventajas
Adquisición de una nueva mentalidad, al trabajar en el extranjero entrarás en contacto con otras culturas y con personas que hablan un idioma diferente al tuyo e interactuarás socialmente con personas de los más diversos orígenes. Vivir y trabajar en Arabia Saudita será diferente a trabajar en Alemania y vivir y trabajar en Japón será muy diferente a hacerlo en España, por lo que tendrás que adaptarte a estas nuevas situaciones, cada una extremadamente diferente a la otra.
Crecimiento personal, estar lejos de tu zona de confort es un problema porque ya no puedes contar con el apoyo y la cercanía de familiares y amigos, pero esto conduce inevitablemente a tu crecimiento personal. Aprenderás a afrontar la vida de otra manera y a arreglártelas por tu cuenta.
Ver el propio país con otros ojos, cuando una persona vive en su propio país, cuesta valorarlo tal como es, pero sobre todo tiende a resaltar sus defectos y/o aspectos negativos. Sin embargo, cuando vives en otro país tiendes a mirar tu propio país con una mirada diferente y empiezas a valorar cosas que antes dabas por sentado. Pero al mismo tiempo, es posible que encuentres cosas en el nuevo país que funcionen mejor que en el tuyo y esto puede hacerte apreciar tu nuevo destino.
Enriquecer tu CV, haber trabajado en el extranjero significa haber aprendido un nuevo idioma, haber adquirido experiencia internacional, haber establecido relaciones con personas de diferentes orígenes. Todas estas cosas agregarán valor a su currículum porque serán evaluadas positivamente por los reclutadores.
Pros y contras de vivir y trabajar en el extranjero – desventajas
Gastos a soportar, aunque el objetivo de tu mudanza sea trabajar y ganar dinero, en cualquier caso tendrás que soportar gastos iniciales, al menos hasta que recibas tu primer sueldo: gastos de viaje, alojamiento, gastos de manutención, etc. Por lo que tendrás que contar, inicialmente, con la disponibilidad de una suma de dinero decente. A menos que su empleador garantice la cobertura de gastos de viaje y/o alojamiento y comida.
La soledad, vivir mucho tiempo fuera de casa puede provocar malestar en muchas personas por la falta de seres queridos (familiares, amigos, etc.). Es cierto que hoy en día la posibilidad de escucharse o verse, a través de videollamada, prácticamente siempre a coste cero, ha hecho la vida del expatriado mucho más fácil, pero en cada hogar la falta física de las personas que quieres a la larga se hará sentir. Es posible que te veas obligado a perderte muchos momentos importantes en la vida de tus familiares y amigos (nacimientos, graduaciones, bodas, etc.). Además, la distancia te privará de la posibilidad de pasar tiempo con las personas mayores de tu familia (por ejemplo, los abuelos) antes de que ya no estén contigo.
Depresión, muchas personas cuando deciden mudarse al extranjero toman su decisión únicamente en base a las oportunidades laborales que ofrece ese país, descuidando un factor muy importante que es el que representan sus preferencias de estilo de vida. Si una persona está acostumbrada a vivir en un país donde el clima es casi bueno todo el año y el sol brilla en el cielo la mayor parte de los días, cuando se muda a un país donde llueve continuamente y el cielo está gris y nublado la mayor parte del tiempo, no es raro que tengan que lidiar con períodos de depresión. Así que, si te ves obligado a mudarte a un país donde no te gusta, por ejemplo, el clima o la cultura, es recomendable que te prepares con antelación para saber lo que te espera.
Siendo siempre extranjero, puedes aprender perfectamente el idioma del nuevo país, adaptarte a su cultura, casarte con una persona local, pero al final siempre seguirás siendo un extranjero para la gente local. Porque tus raíces no pertenecen a ese lugar ni a ese pueblo.
Enfrentarse a una nueva cultura, entrar en un contexto social y cultural completamente nuevo, con sus diferentes reglas sociales y hábitos de trabajo, ofrece la oportunidad de ampliar los horizontes pero al mismo tiempo representa un fuerte choque cultural