Bratislava es la capital de Eslovaquia, se encuentra a orillas del Danubio, al pie de los Cárpatos. Con una población de alrededor de 450.000 habitantes, también es la ciudad más grande del país.
Es el centro económico y cultural de Eslovaquia y una ciudad en constante transformación siguiendo el crecimiento económico del país.
Tiene una ubicación céntrica y está cerca de muchas otras ciudades europeas. Viena está a una hora de distancia, Budapest y Praga están a solo unas pocas horas y muchas ciudades más pequeñas están muy cerca. Las estaciones de esquí son de fácil acceso, al igual que las montañas Tatra.
El casco antiguo es increíble no solo por su belleza, ambiente e historia, sino también porque puedes recorrerlo todo a pie. Discotecas, museos, bares, tiendas, restaurantes, cines, parques: se puede llegar a todo a pie.
Sin embargo, fuera del centro histórico, Bratislava ha sido víctima de una cuestionable arquitectura de estilo soviético que le da un aspecto gris y deprimente, especialmente en invierno.
La ciudad está repleta de pubs, bares y clubes que están abiertos hasta altas horas de la noche, pero tampoco faltan las actividades culturales: exposiciones, museos, galerías, eventos educativos, festivales, encuentros de idiomas y más.
Los extranjeros que deciden mudarse aquí tienen que hacer un esfuerzo considerable para superar la barrera del idioma. Si bien es cierto que con un aceptable dominio del inglés es posible acceder a algunos puestos de trabajo, no será así a la hora de integrarse con la población del país.
Si te gustan las fiestas, vivir en Bratislava te hará sentir como si estuvieras en el paraíso. Se cree que la ciudad es uno de los lugares más baratos para beber y comer fuera. Aunque los precios están subiendo rápidamente.
En cuanto al alojamiento, hace unos años era fácil y barato encontrar un apartamento en alquiler, hoy en día con todos los expatriados y eslovacos mudándose a la capital desde todo el país, los precios se han disparado y encontrar un apartamento o una habitación es una tarea difícil. Para vivir dignamente, considere un salario de al menos 1000 €.
Bratislava no tiene metro, pero los autobuses y tranvías son bastante fiables. El transporte público en su conjunto funciona bien y mejora cada año. También es relativamente barato.
Muchos autobuses y tranvías parecen bastante viejos, (tanto por dentro como por fuera). Sin embargo, el sistema es bastante amplio y, en su mayor parte, los servicios son frecuentes y, por lo general, puntuales.
La ciudad también cuenta con una buena red de carriles bici que, sin embargo, son más adecuados para el ciclismo recreativo que para los desplazamientos diarios.
Vivir en Bratislava es seguro. Puedes caminar con seguridad incluso de noche sin temor a que te roben o te ataquen.
La cocina eslovaca es un poco grasienta y pesada para nuestro gusto, pero sigue siendo aceptable. A base de carne, patatas, chucrut y goulash.
Bratislava es el área eslovaca más rica y entre los nuevos estados de la UE ocupa el tercer lugar (después de Praga y Brno), en términos de PIB per cápita expresado en paridad de poder adquisitivo. Tradicionalmente tiene la tasa de desempleo más baja de Eslovaquia, (2,5%) y un gran número de personas de otras regiones del país viajan a la capital para trabajar.
Actualmente, la ciudad vive una especie de boom, (hablamos, por supuesto, de la situación pre Covid19) y se pueden ver muchos extranjeros, incluso de países como España, Italia o Grecia que se han trasladado a trabajar a empresas internacionales como Dell, IBM o Lenovo que tienen aquí sus oficinas.
La calidad de los servicios, unida al buen nivel de vida que se puede disfrutar en la capital eslovaca, la ha convertido también en uno de los destinos favoritos de los nómadas digitales de todo el mundo. El bajo nivel de impuestos y la velocidad de Internet han contribuido a colocar a Bratislava en el quinto lugar a nivel mundial para esta categoría de autónomos.
Además, la ciudad es la principal beneficiaria de los esfuerzos del gobierno eslovaco para atraer talento del exterior, especialmente profesionales que sean capaces de satisfacer la demanda de alta cualificación que necesita el país.
En conclusión, podemos decir que la vida en Bratislava transcurre con calma. La ciudad tiene niveles de delincuencia que se encuentran entre los más bajos de toda Europa. Aquí todo el mundo puede dar un paseo tranquilo a cualquier hora del día o de la noche.
Ciertamente no se puede comparar con otras capitales europeas, pero si tienes acceso a un buen trabajo y quieres paz y seguridad, Bratislava puede ser un destino a tener en cuenta.
